Hablamos para A3 sobre las pensiones y la edad de jubilación

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Como era de esperar las declaraciones del Gobernador del Banco de España, Luis María Linde, sobre retrasar la edad de jubilación más allá de los 67 años, no han pasado inadvertidas.

De hecho, han hecho correr ríos de tinta, y opiniones encontradas, ya que surgen diversas cuestiones y dudas al respecto, una de ellas es si verdaderamente esta propuesta es una solución definitiva al déficit del sistema de pensiones, cuestión analizada por los informativos de A3 el pasado 15 de febrero.

En mi opinión, los efectos adversos de esta medida, uno de ellos, la exclusión del mercado de trabajo de trabajadores mayores ante la pérdida de un empleo en la franja de edad de 55-67 años, especialmente en la capa de rentas más bajas, podría ocasionar importantes bolsas de desempleo en esta población e incluso situaciones de riesgo de pobreza o de exclusión social ante la agotamiento de prestaciones con carácter previo a la jubilación.

Por ello, varias de las posibles soluciones podrían ser las aportaciones privadas, bien por parte del trabajador bien por parte de la empresa a través de afiliaciones automáticas a planes de pensiones,  o bien el modelo de mochila austriaca.

Este modelo se basa en las aportaciones de la empresa a un fondo sujeto a rentabilidad, realizadas durante la vigencia del contrato laboral, cuyo fondo puede ser empleado por el trabajador, una vez se extinga la relación laboral, como indemnización por despido, o bien acumularlo como un complemento a la pensión de jubilación.

Bueno, la polémica está servida, aunque de momento, el Gobierno no tiene planteado subir la edad de jubilación, actualmente con el máximo de 65-67 años, en función de los años cotizados.

Raúl R.